miércoles, 15 de febrero de 2012

LA GRAN DEPRESIÓN


Escrito por: Cristina Tedman, Jamie Zapata, Edgardo Marshall, Ruth Rodríguez, Afranio Acosta


El bajón económico que experimentó Norteamérica, particularmente Estados Unidos durante la década de 1929 a 1939 es conocido como “La Gran Depresión”. Ésta fue la más larga y más severa crisis económica nunca antes experimentada por los países del Mundo Industrializado.
La primera parte de la década de los 1920 había mostrado un auge económico para los Estados Unidos, ya que ante la masiva destrucción de países europeos después de la I Guerra Mundial, sobre todo de Alemania, la situación tanto en el sector industrial como en sector agrícola se elevaba empujada por la demanda mundial, sin importar que los precios de los artículos producidos se mantuvieran bajos. Consecuentemente, E.E.U.U adoptó una política de exportación masiva hacia Europa, quien estaba pasando por momentos difíciles de recuperación ya que la guerra había destruido tanto la industria como la producción agropecuaria de la zona. Eventualmente, Europa se volvió incapaz de seguir importando los productos de Estados Unidos, lo cual sólo generó un aumento del inventario al contraer la demanda y disminuyó su poder adquisitivo.
En octubre de 1929, la bolsa de valores de Nueva York sufrió una venta inusual de acciones, registrando perdidas entre 18 a 20 puntos el jueves 23 de octubre; 20 y 30 puntos el viernes 24, hasta que el martes 29 de octubre de 1929 –conocido como “martes negro”- 16 millones y medio de acciones se vendieron con pérdida a un promedio de 40%. De nada valieron los esfuerzos de los bancos que, reuniendo alrededor de 240 millones de dólares, quisieron comprar días antes un gran número de acciones por encima de su valor para así tratar de sostener las cotizaciones. Esto no evitó que los inversionistas arruinados retiraran sus ahorros, descapitalizando aún más a los bancos. Todo esto dio como resultado que sólo en Estados Unidos, alredor de 2,000 bancos cerraran y 32,000 empresas se hayan declarado en banca rota. Para 1932 el PIB de Estados Unidos había disminuido un 27% y la producción industrial en un 50%,  produciendo así una hola de desempleo masivo que en 1933 se registró en 25%.
Los críticos y analistas económicos sustentan que uno de los motivos por los cuales la gran depresión se mantuvo fue también por la insistencia de aplicar un modelo liberal basado en “laissez faire”: el mismo mercado iba a tomar su rumbo natural, sin necesidad de que hubiera intervención de ningún tipo, mucho menos del gobierno. La “mano invisible” de Adam Smith iba a actuar sobre la economía y la iba estabilizar eventualmente por sí sola. Fue Franklin D. Roosevelt quién, adoptando el modelo keynesiano, hace que el estado impulse el crecimiento de la demanda mediante planes de obras públicas con el fin de reducir la depresión del salario, lo cual significaría un incremento en la propensión marginal del ahorro, de tal forma que crezca la demanda,  lo cual hace que los inversionistas se decidan  a crear empresas que respondan a estas demandas, elevando así el crecimiento económico.

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