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Diógenes Pinzón; Perla Castillero; Cesar Herrera; Lian Vásquez; Miguel Yáñez
Bajo el sarcasmo de un escritor ingles, se abre el debate sobre el país con el crecimiento más acelerado y prometedor de Latinoamérica, Panamá.
Panamá abre sus puertas al mundo dándole beneficios a empresas inversionistas para que puedan emplear el dinero sin muchas restricciones, con beneficios fiscales y "extra cariño" (como si se tratara de un bebe) , como ejemplo puedo citar que mientras en áreas indígenas viven de forma precaria, el tema de estado sea que a Donald Trump se le inundo el lobby de su majestuoso hotel. Ahora quiero señalar que no me da un mínimo de orgullo ver como el mundo se entera de la paupérrima planificación urbana que tiene Panamá.
Sin restar merito al relato, Panamá ciertamente se posiciona como la mini potencia latinoamericana con un sorprendente crecimiento gracias a los beneficios del canal, las bajas tarifas de importación y la muy bien establecida Zona Libre de Colon.
Pero me viene a la cabeza la siguiente interrogante, hasta cuando podemos crecer? tiene Panamá la capacidad de mantenerse creciendo?.
Aunque suene pesimista, no creo que tengamos capacidad de mantenernos; pienso que la gente que impulsa este crecimiento está llegando a la jubilación y los relevos generacionales están pensando más en un BBPIN que como educarse/aprender.
Las pruebas (estudio PISA ) me dan la razón: lugar número 74 de 75 países participantes, solo superamos a Albania que tiene alrededor del 75% de alfabetización, es este el numero para un país que crece tanto?
Mientras nuestros estudiantes chatean y fracasan , la política educativa del país se emplea a fondo para crear una medida rigurosa para revertir la debacle: nos retiramos de las pruebas, igual "ojos que no ven, corazón que no siente".
Es así como vamos a manejar billones de dólares? será que quitando 2 horas de cívica y poniendo 3 más de matemáticas nos resolverá el problema?; esta, en mi humilde opinión, no son acciones reales para mejorar un país donde la corrupción es otra muralla que nos aleja de ser un país desarrollado.
Panamá "goza" de ser un país entre los más corruptos de Latinoamérica, para orgullo del que profesa el "juega vivo", realidad que ha sido duramente criticada por el World Economic Forum apelando a la casi nula independencia judicial y lo corruptible que son los empleados públicos, especialmente de alta jerarquía.
Haciendo honor a lo antes mencionado esta Ricardo Martinelli que es capaz de romper cualquier ley para lograr sus objetivos políticos lo que a, juicio de The Economist, aleja a algunos inversionistas extranjeros y nos hace temer por el futuro lejano de Canal de Panamá citando la ya famosa PEMEX de México.
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