Por: Emilio Oro
Wendy Pérez
Martha Rojas
El pasado miércoles 27 de julio del 2011 se lanzaron 40 millones monedas de un balboa circulando dentro del territorio panameño a la par del billete de dólar estadounidense, confeccionadas por la empresa Royal Canadian Mint, una corporación 100% del gobierno de Canadá dedicada a estos procesos de acuñación, la cual es el que ha provisto por los últimos 21 años de monedas fraccionarias a Panamá.
El gobierno, para ser más específico, el Ministerio de Economía y Finanzas, garantizan que tras el lanzamiento de la misma, se estima una un ingreso estimado de B/. 30 millones, que se utilizarán en los proyectos de interés social que desarrolla el Gobierno Nacional, y una inversión aproximadamente de 10 millones de dólares para la acuñación de las mismas
A pocos días de su lanzamiento, y hasta antes de ello, esta novedad sufrió múltiples críticas, una de ellas era sobre la calidad de la misma, sin embargo las autoridades de dudaron en defenderse al instante argumentando que el billete tiene una vida útil estimado de seis meses, mientras que las monedas duran entre 25 a 30 años, lo que aminora el costo de exportación e importación por varios miles de dólares al año, cuando los billetes se ha deteriorado, reponerlos tiene un alto costo entre transporte, seguro, además que garantizaban el trabajo de la empresa Canadiense.
Otra de las críticas de los ciudadanos es el uso forzoso de la moneda que según la percepción de la población el Estado quiere obligar, aunado de la falta de respaldo real de la misma. En cuanto a la percepción del uso forzoso el gobierno ha manifestado la falsedad de este argumento, sin embargo los bancos como cajero automático solo reparten monedas en vez de billetes del mismo valor, y sobre el respaldo solo argumentaron que en base a su “indicador económico” (ebay) la moneda se convertía cada vez más valiosa, y solo eran los panameños quienes no valoraban el éxito de la misma.
En síntesis, no es raro que algún presidente tenga la intención de dejar huellas, así también lo hizo la ahora ex Presidenta de la República Mireya Moscoso al lanzar la moneda de dos balboas, que debemos aceptar que no fue tan popular como el “martinelli”. Además debemos recordar que no es la primera, ya Panamá cuenta desde hace mucho tiempo con la acuñación de monedas de un centésimos, veinticinco y cincuenta, sin embargo lo que preocupa es la próxima emisión de monedas de dos y cinco balboas, y su posible repercusión, en las relaciones con Estados Unidos.
**Grupo Análisis del entorno. Grupo 5B. Universidad Interamericana
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