Por:
Alfredo Cedeño
William Rodríguez
Juan Bethancourt
Bosco Muñoz
Debido al enorme crecimiento económico que vive actualmente Panamá es motivo de comparación con el crecimiento que presenta Singapur. Hay que destacar que este crecimiento del que se habla viene aunado en gran parte a los tratados de doble tributación que ha firmado Panamá con diversos países aumentando la inversión extranjera.
En una visita que hizo nuestro presidente a Singapur éste dijo: “copiamos mucho de Singapur y necesitamos copiar más”, esto podría ser basado en que Panamá ha tenido un crecimiento sostenido durante los últimos años y se espera que siga creciendo por los próximos 5 años además de ser uno de los 5 países más ricos de América Latina y con una mal distribución de sus riquezas. También se podría sumar a esta ecuación la participación del Canal de Panamá y la existencia de una Zona Libre en Colón y el gran tráfico de naves mercantes por los puertos.
Todo esto suena excelente, pero hay que destacar que Panamá no escapa de ser etiquetados por poseer un alto nivel de corrupción y ser considerado un paraíso fiscal en América Latina mientras que Singapur se sitúa entre los menos corruptos del mundo, en este sentido nos parecemos más a México, debemos recordar que corrupción es sinónimo de intervención del gobierno.
Panamá puede llegar a alcanzar los niveles de productividad que Singapur, es más Singapur observa oportunidades de realizar inversiones en nuestro país. Si en Panamá se lograran administrar de forma justa y ordenada todos los beneficios que posee el país dejando atrás la corrupción la capacidad de nosotros los panameños ante estos nuevos retos sería impresionante y podríamos llegar a ser algo similar a Singapur.
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