miércoles, 7 de septiembre de 2011

Segunda derrota del Keynesianismo?


Por:  Evelyn Sanjur, Carlos Nuñez,Juan Núñez, Martín González
El modelo keynesiano en su esencia, no ofrece un remedio o paliativo generalmente aceptable para la inflación y esto sumado con recesión es una prueba fehaciente que hace colapsar la visión propia del modelo.  Esto fue lo que se llamó en la década a inicio de los 70 como recesión inflacionaria.                Este fenómeno no fue expuesto con ideas claras y sistémicas por Keynes en su época.            
Si bien es cierto el modelo indica que “Absorbiendo el exceso de poder de compra” por el aumento de impuestos,  junto con los problemas mencionados inicialmente, no le quedaba otra a los gobiernos que quedar en una encrucijada de decidir o acelerar o frenar la economía pero no ambas. Este colapso no lo quería asumir ni los políticos ni ninguna otra persona o entidad por lo que los estadounidenses por ejemplo, se acostumbraron a vivir con la recesión inflacionaria,  todo el camino a los desmanes de la década de 1970 que finalmente barrió Ronald Reagan a la presidencia de dicho país.  Este presidente fue un auténtico anti-keynesiano , que inclusive quería volver a reivindicar o aplicar el patrón oro, que reduciría los impuestos y dejar que la economía fluyera, pero eso quedó solo en promesas incumplidas.         
Evidentemente el modelo como tal, fue pensado a solventar los problemas económicos a largo plazo, pero a corto plazo no, y más si coincide con estos fenómenos de estanflación.                         
Hoy en Día el gobierno de Barak Obama puede decirse que revivió el keynesianismo, ya que con la crisis del 2008, el mismo aplicó los principios de que el gobierno inyectara dinero a la economía ferozmente y que esté a su vez tratando de disminuir el índice de desempleo que cayó como piedra.         
Otra prueba es china le está comprando su deuda, pero a costa de más deuda que arrastrará este país. El sistema capitalista que sigue el país del norte no representa un golpe a las finanzas, el problema radica en los instrumentos que utiliza el gobierno para la rendición de cuentas que lejos de solventar los problemas económicos, genera mayor endeudamiento.
Ahora será necesario buscar un sistema económico, no radicalmente opuesto, pero si más neutro y que sepa combinar la energía y emprendimiento empresarial, pero con un estado que de alguna forma regule al mercado e intervenga cuando este tenga fallas; tanto en la distribución de la riqueza, como en crisis como la que están sufriendo los estadounidenses.

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