PANAMA Y LA DOBLE TRIBUTACIÓN

Por: Ambar Camarena, GlenysDiaz, Mario Quintana y Luis Valenzuela

Ante las nuevas tendencias a nivel mundial en materia fiscal y tributaria, la Republica de Panamá, no se escapa de este fenómeno.  Las fronteras se reducen y por los constantes movimientos de los ciudadanosentre países, los Estados se han visto obligados a evolucionar en materia de tributación internacional, aplicando el principio de la responsabilidad del contribuyente ante su país de origen por los ingresos generados en cualquier parte del mundo.

El 6 de julio de 2011, Panamá logró alcanzar el reconocimiento internacional como país que cumple con los estándares fiscales internacionales, posicionándose en la "lista blanca" de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y mejorando la imagen del país en relación con su sistema tributario con respecto a la comunidad internacional, convirtiéndose en el 39º Estado en obtener esta clasificación desde que el sistema fuera creado hace 5 años.El sistema tributario Panameño, está basado en el "principio de territorialidad", el cual señala que sólo sobre los ingresos que un contribuyente recibe dentro del territorio panameño, es objeto del pago de impuestos y no se considerará producida dentro del territorio la renta proveniente de: facturar, desde una oficina establecida en Panamá, la venta de mercancías, cuando dichas mercancía se muevan únicamente en el exterior; o dirigir, desde una oficina establecida en Panamá, transacciones que surtan sus efectos en el exterior. Este principio fiscal se extiende a las sociedades anónimas, que al recibir pagos desde el extranjero, no están obligadas al pago de renta; o bien a las naves de comercio internacional registradas bajo bandera panameña, donde todas sus ganancias en sus operaciones marítimas, no son objeto del pago de impuesto de renta en Panamá.

La doble imposición puede llegar a convertirse en obstáculo a la inversión extranjera en el país, con lo cual se estarán frenando las posibilidades de desarrollo. En concreto, puede desincentivar el flujo de capitales, financiamiento externo, tecnología, etc. Debido primordialmente, a lo poco atractivos que pueden resultar frente a la inversión extranjera.