martes, 7 de mayo de 2013

ESTIRANDO LOS BOLSILLOS |ANALISIS DE LA CANASTA BÁSICA PANAMEÑA




POR: Gloria I. de León _ Mónica Paris  _Juliet Lyons_ Francisco Barrios _ Guillermo Espinosa

            Hablar de la canasta básica, es hablar de un tema sensitivo para los panameños pero sobre
todo un historia que se vuelve cada día más trágica en nuestro país. El CBA o canasta básica de alimentos, es el precio que paga por cubrir sus necesidades nutricionales mínimas una familia promedio en Panamá (esto es 3.8 miembros), los cuales son seleccionados de acuerdo a su aporte calórico y frecuencia de consumo.
           
 La CBA comprende un total de 50 productos, que al terminar el 2012, tenía un costo de B/ 314.00. Estamos hablando de una cifra que se aproxima considerablemente al salario mínimo del panameño. Ahora bien, si solamente un miembro  de la familia trabaja, esto es un 75% de su salario que se va exclusivamente en alimentos. ¿Y el transporte, la energía, el agua, la vivienda, la educación, entre otros, que también forman parte de la canasta básica? Esto nos dejaría aproximadamente menos de  B/ 120.00 para cubrir estos gastos.
           
 ¿Qué pasa entonces con todos aquellos panameños que están por debajo del salario mínimo y que viven en extrema pobreza? Panamá siendo uno de los países de América Latina  con mayor crecimiento económico, sigue siendo uno de los que tiene menor poder adquisitivo.
            El gobierno actual en su afán de mejorar esta situación, crea las Jumbo ferias, con el famoso arroz compita, una especie de curita para una gran herida, que ocupo el primer lugar dentro de los problemas más grandes que tiene nuestro país. Muchos hablan de crear subsidios por parte del gobierno para  las familias de bajos recursos, proyectos de leyes que no han sido aprobados. Otros de frenar o congelar el aumento en los alimentos, faena no tan fácil, ya que éstos dependen de las variaciones del precio del combustible o la escasez de materias primas. Y por último, buscar una solución en el aumento del salario mínimo, el cual podemos resumir en dos palabras, ¡efecto dominó!, yo te aumento el salario, pero para cubrir ese gasto tengo que subir el costo del producto que vendo, entonces, quedamos en lo mismo.
            Tal vez de aquí a un tiempo todo este más caro, no lo sabemos, lo que si tenemos claro es que la calidad de vida hay que mejorarla porque el ‘’bolsillo del panameño no estira para más’’.


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