Por: Emilio Oro
Wendy Pérez
Martha Rojas
El TLC se basa en principios fundamentales de transparencia, tratamiento nacional y de tratamiento como nación más favorecida, todo ello representa un compromiso firme para la facilidad del movimiento de los bienes y servicios a través de las fronteras, ofrecer la protección y vigilancia adecuadas que garanticen el cumplimiento efectivo de los derechos de propiedad intelectual; adoptar los procedimientos internos efectivos que permitan la aplicación e implementación del Tratado, establecer una regla de interpretación que exija la aplicación del TLC entre sus miembros y según los principios del derecho internacional.
El TLC permite que cualquier país o grupo de países trate de incorporarse a él, en los términos y condiciones convenidos por la Comisión de Libre Comercio según los procedimientos nacionales de aprobación de cada país. Todo país puede declarar que el Tratado no se aplicará entre ese país y cualquier solicitante. El Tratado prevé que la Comisión establecerá los términos y condiciones de aceptación de cualquier solicitante. La comisión opera según una regla del consenso.
En el caso de Panamá, el TLC que ha tenido más importancia en los últimos años es el Tratado de Promoción Comercial con los Estados Unidos, en el cual según algunos de los productores panameños, se encuentra en una desventaja frente a los productores del coloso del norte, debido a las ventajas, subsidio y aporte tecnológico que le brinda el Gobierno norteamericano a los sectores productivos de su país. Por ende, tendría que el gobierno panameño, que aumentar los esfuerzos en optimizar las técnicas se producción panameña y lograr elevar los estándares de calidad de estos productos con el fin de posicionarlos perfectamente en este mercado tan exigente. Al final de lograrse elevar la calidad de nuestros productos, llevar a los productores panameños a incursionar en otros mercados distintos al norteamericano.
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