Artículo “THE ECONOMIST: La Singapur de América Central”

Por: Mario Buitrago – José Martínez – Karima Restrepo – Ronny Valdivieso

Al leer este artículo de esta prestigiosa publicación británica, no deja de sorprender y llamar poderosamente la atención el hecho de que Panamá esté dentro de los intereses de los analistas económicos.  

A pesar de que todavía tienen una percepción de que América Central es una “selva”, destacan al istmo panameño por su centro bancario, economía abierta y alto movimiento en sus puertos comparándolo con un país como Singapur que lleva más tiempo con una economía más pujante.

Nos preocupa el hecho de que Panamá tenga un crecimiento económico importante y que el mismo no ha estado acorde a los gobernantes de turno y lo poco planificado que son los mismos. Este país tiene muchas ventajas sobre otros países con crecimiento económico promedio del 6% para los siguientes 5 años donde superaría a muchos países de la región y parece que no se le saca provecho a esto. Singapur es uno de los países con más altos índices de educación (ocupan un cuarto lugar) y esto contrasta con los niveles de escolaridad en Panamá y por ende se traduce en una mano de obra poco calificada lo que hace que se pierda mucho interés en algunos y esto frena el crecimiento y la productividad.

En materia de transparencia, creo que lo más importante es la poca confiabilidad que muestran los gobernantes en su gestión. Los altos índices de corrupción no son nada nuevo y lo peor, es algo a lo que ya estamos habituados. El gobierno actual ha estado más al pendiente de interferir con la Corte Suprema de Justicia y promover cada vez más la segunda vuelta y acortar el periodo de reelección cuando lo que se debe es dar garantías y buenas condiciones para tener un verdadero crecimiento como país.

En resumen, consideramos que Panamá no ha estado listo para dar el siguiente paso a tener un país en un verdadera vía de desarrollo por la mala distribución de las riquezas, bajos niveles de educación sin un plan integro del mismo y niveles de corrupción que aumentan cada vez más lo trae como consecuencia una pésima clase política. Pese a tener todas las condiciones e infraestructura no ha sido capaz de aprovechar este gran momento económico que se vive en la actualidad.