Por:
Alexis J. Angulo
Dido Chávez
Delia Chin
Raúl Castillo
A
medida que el país va progresando económicamente la mayoría de los panameños
sienten más el encarecimiento de la vida. Obtenemos bienes o servicios con un
alto precio donde muchas veces la calidad desmejora por dar algunos ejemplos en
la canasta básica el pan aumento su precio, pero el mismo en ciertos casos está
hecho con más levadura que de harina, en el sector de la construcción
materiales como los bloques de cemento que resultan ser verdaderos merengues
que al primer golpe se desasen e igualmente la vida útil de los equipos
eléctricos cuyo tiempo es relativamente corto, ante esta situación solemos
escuchar ciertas expresiones que le vienen a la mente al consumidor como son:
“Esto ya no es como antes” “El dinero no alcanza”, es por esta razón que para
obtener mejor calidad en un producto hay que pagar más, cosa que el panameño de
escaso y medios recursos ya no aguanta teniendo que limitarse para poder
satisfacer las necesidades básicas de su familia.
El
panameño tiene que cambiar su cultura como consumidor aprender a ser más
responsable sobre qué necesita realmente comprar y dónde comprar, igualmente
hacer una prioridad el hábito del ahorro.
Los
precios de los productos no van a disminuir, porque donde los precios
disminuyan el desempleo aumenta situación que tampoco queremos enfrentar, es
por ende que el gobierno tiene que buscar los mecanismos necesarios para
aumentar el grado de inversión del país y brindar subsidios para que la clase
social más humilde tenga una mejor calidad de vida.
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