lunes, 2 de abril de 2012

Venta de acciones del Estado en la empresa de telecomunicaciones Cable & Wireless Panamá

Por: 
Flor Quintero
Brigdalys Díaz
Doris Quiróz
Mitzya Carrera
Fabio Villar


El Presidente de la República de Panamá – Ricardo Martinelli se refirió públicamente a la venta de las acciones de la Empresa Cable & Wireless Corporation en la que el Estado tiene una participación del 49% de las acciones, las cuales dejan un muy buen ingreso al país.
En su decisión de venta, la Empresa antes mencionada no tuvo ninguna intervención, el Presidente asegura que hay que tomar decisiones de solución innovadoras entre las que figuran su idea de vender dichas acciones, idea que ha sido criticada por muchos incluyendo al Dirigente Panameñista Luis Ernerto Carles y al Vicepresidente de la República Juan Carlos Varela.
La justificación del Presidente para la venta de las acciones es utilizar el dinero que se obtenga para “darle agua a los panameños”.  Debido a este incidente la Empresa Cable & Wireless Corp hizo pública la cifra que recibirá el gobierno como pago del tercer dividiendo del periodo fiscal de 2011-2012, que corresponde a un monto de 7 millones 356 mil 988 dólares con 99 centésimos; sin incluir el pago de 765 mil 727 dólares con 43 centésimos en concepto del impuesto que se deduce a los dividendos de los accionistas; lo que en total corresponde a una cifra total de 8 millones 122 mil 716 dólares con 42 centésimos.
Es sabido que parte de este dinero es utilizado para obras sociales, sin embargo es una cantidad de dinero muy elevada, por lo que debería tomar en cuenta otras alternativas como por ejemplo una mejor distribución de los fondos obtenidos de las empresas en las que actualmente el Gobierno Panameño tiene participación en las acciones, así podrían solucionarse muchas aspectos de interés social para beneficio de todo el pueblo.
Adicional a esto es importante mencionar que en los gobiernos anteriores no se había tenido tantos problemas con el agua y muchos menos con tanta reincidencia, lo que quiere decir que estos problemas se han venido dando específicamente con este gobierno, dejando de esta forma en evidencia el mal manejo que le ha dado esta administración a la calidad del vital líquido.
En el caso de que se llegue a concretar la posible venta de las acciones de C&W en las que tiene participación el Gobierno, para ser precisos en un 49% podría tratarse de una estrategia más del tan renombrado mandatario panameño Ricardo Martinelli, que muy posiblemente al final no solucione el problema del agua ni ningún otro problema de interés social que beneficie realmente al pueblo de Panamá.

LA MONEDA DE UN BALBOA



Por:  Emilio Oro
         Wendy Pérez
         Martha Rojas

El pasado miércoles 27 de julio del 2011 se lanzaron 40 millones monedas de un balboa circulando dentro del territorio panameño a la par del billete de dólar estadounidense, confeccionadas por la empresa Royal Canadian Mint, una corporación 100% del gobierno de Canadá dedicada a estos procesos de acuñación, la cual es el que ha provisto por los últimos 21 años de monedas fraccionarias a Panamá.
El gobierno, para ser más específico, el Ministerio de Economía y Finanzas, garantizan que tras el lanzamiento de la misma, se estima una un ingreso estimado de B/. 30 millones, que se utilizarán en los proyectos de interés social que desarrolla el Gobierno Nacional, y  una inversión aproximadamente de 10 millones de dólares para la acuñación de las mismas
A pocos días de su lanzamiento, y hasta antes de ello, esta novedad sufrió múltiples críticas, una de ellas era sobre la calidad de la misma, sin embargo las autoridades de dudaron en defenderse al instante argumentando que el  billete tiene una vida útil estimado de seis meses, mientras que las monedas duran entre 25 a 30 años, lo que aminora el costo de exportación e importación por varios miles de dólares al año, cuando los billetes se ha deteriorado, reponerlos tiene un alto costo entre transporte, seguro, además que garantizaban el trabajo de la empresa Canadiense.
Otra de las críticas de los ciudadanos es el uso forzoso de la moneda que según la percepción de la población el Estado quiere obligar, aunado de la falta de respaldo real de la misma. En cuanto a la percepción del uso forzoso el gobierno ha manifestado la falsedad de este argumento, sin embargo los bancos como cajero automático solo reparten monedas en vez de billetes del mismo valor, y sobre el respaldo solo argumentaron que en base a su “indicador económico” (ebay) la moneda se convertía cada vez más valiosa, y solo eran los panameños quienes no valoraban el éxito de la misma.
En síntesis, no es raro que algún presidente tenga la intención de dejar huellas, así también lo hizo la ahora ex Presidenta de la República Mireya Moscoso al lanzar la moneda de dos balboas, que debemos aceptar que no fue tan popular como el “martinelli”. Además debemos recordar que no es la primera, ya Panamá cuenta desde hace mucho tiempo con la acuñación de monedas de un centésimos, veinticinco y cincuenta, sin embargo lo que preocupa es la próxima emisión de monedas de dos y cinco balboas, y su posible repercusión, en las relaciones con Estados Unidos.

**Grupo Análisis del entorno. Grupo 5B. Universidad Interamericana

¿Si? ¿No? Y ¿Por qué?

Alan Altamirano
Keysi Rudas
Yelitza Moreno
Fortuné Julliet
Angélica Algandona

Hace ya casi 15 años‚ cuando se decidió vender gran parte de las propiedades estatales en instituciones de servicio público‚ surgió la duda del ¿Por qué? En aquel momento todo sonaba bastante lógico. Estas empresas tenían una alta morosidad y una falta de inversión en tecnología impagable por un estado que todavía no tenía un “canal de oro” para financiar todo lo que nuestros gobernantes querían.  Hoy día la situación ha cambiado mucho: las acciones del gobierno en estas empresas reportan dividendos de gratis‚ es decir‚ sin la inversión directa del estado como accionista. Por esto no podemos encontrar con nuestro sentido común una razón para que esta venta se justifique‚ sea necesaria o beneficie al estado. Realmente queremos pensar  que existe una  razón honorable y justa para esta venta que redunde en beneficio de los más necesitados y las futuras generaciones‚ pero que nos la digan‚ que sustenten la decisión y el deseo que tienen de vender esta “entrada extra”‚  con palabras y con números. El deseo de los actuales dueños de concesión y de potenciales nuevos inversionistas existe con la oferta actual‚ entonces ¿a quienes les interesa este cambio de condiciones?  Una de las cosas más tristes en nuestro país es la falta total de fe y confianza que la mayoría tenemos en las autoridades y gobernantes‚ lo que nos hace dudar de todo lo que dicen y proponen‚ pero no es de gratis que se han ganado esta desconfianza‚ es que ya estamos curtidos de tantas mentiras.